diumenge, 19 de setembre del 2010

Los trabajadores tienen miedo a su jefe: Nuria Peláez, La Vanguardia

La Fundació Factor Humà colabora de nuevo con La Vanguardia en un artículo sobre la poca confianza que muchos subordinados tienen hacia sus jefes. Según un estudio, el 85% prefiere buscar ayuda en cualquier otro sitio cuando tiene alguna duda o problema.

El 85% de los profesionales no se atreve a acudir a su superior si tiene algún problema en el trabajo.

Muchos jefes saben mandar, pero pocos se ganan la confianza de sus subordinados. Según un estudio de la British Library y del Chartered Management Institute, el 85% de los trabajadores prefiere buscar ayuda en cualquier otro sitio antes que acudir a su jefe cuando tiene alguna duda o problema en el trabajo. Los motivos de los profesionales para no acudir a su superior son diversos: un 48% teme molestar a su jefe, otro 30% teme parecer incompetente, y un 20% tiene miedo de ser juzgado negativamente por estar inseguro sobre qué hacer. Además, el 23% de los trabajadores no confía en los consejos de sus superiores o creen que serían incapaces de ayudarles.

"Los datos dibujan un escenario preocupante - lamenta Ruth Spellman, directora ejecutiva del Chartered Management Institute-.Si alguna vez dudas de cómo hacer tu trabajo tu jefe debería ser la primera persona a la que acudir en busca de apoyo y respuestas: un espacio de trabajo donde la gente tiene miedo de preguntar no puede ser productivo".

Anna Fornés, directora de la Fundació Factor Humà, cree que la crisis ha empeorado esta situación. "Ahora los trabajadores están dominados por el miedo, y eso agrava la desconfianza - explica Fornés-.También es posible que no acudan a sus jefes porque los ven más inaccesibles que antes, ya que muchos directivos van ahora saturados debido a la falta de recursos y la reducción de estructuras". En su opinión, empleados y directivos comparten la culpa de este problema. Para dar una imagen de confianza a sus subordinados y que estos no teman consultarse sus dudas, Fornès cree que "el jefe debe ser valiente y ser el primero en reconocer sus propios errores cuando se equivoca", además de ser "cercano, transparente y proactivo" y acudir directamente su equipo para preguntarle si tienes problemas.

Para Aline Masuda, profesora de dirección de personas en Eada, el jefe debe dejar claro a sus empleados que equivocarse forma parte del proceso de aprendizaje. "Muchos trabajadores tienen la falsa creencia de que se espera de ellos que tengan todos los conocimientos y habilidades ya de entrada, cuando en realidad deben ir desarrollándolos poco a poco y para eso necesitan equivocarse en su trabajo", señala Masuda.

El temor de los subordinados hacia sus jefes puede variar según el país donde trabajen. Según el índice de la Distancia al Poder, creado por el profesor Geert Hofstede, cada país concibe de distinta manera la jerarquía y las relaciones que deben existir entre empleados y superiores. En los países con un índice más elevado, como Rusia y China, los profesionales tienen mayor temor a sus jefes, mientras que en otros como Holanda o EE. UU., con índices bajos, las relaciones entre ambos son muy cercanas. "En España y Latinoamérica la distancia al poder es bastante elevada y los jefes se creen superiores porque tienen el poder de otorgar ascensos, por ejemplo - explica Aline Masuda-.Eso hace que los empleados tengan miedo a equivocarse ante su jefe".

El círculo virtuoso de la confianza
Los profesores del Iese Pablo Cardona y Helen Wilkinson han desarrollado un estudio que sostiene que la confianza en el ámbito laboral funciona como un círculo virtuoso donde las relaciones entre directivos y subordinados son clave. Según estos investigadores, cuando los comportamientos del directivo son merecedores de confianza, los empleados confían más en sus directivos y esto facilita que se impliquen más en su trabajo y con la empresa. A su vez, esta mayor implicación refuerza la confianza de sus jefes en ellos, lo que tambiénfacilita que sigan manteniendo una actitud merecedora de confianza. "Crear un clima de confianza en la organización afecta positivamente al rendimiento, la comunicación, la satisfacción y el compromiso de los empleados y, por tanto, a la productividad de la empresa", destaca Wilkinson. Un entorno de este tipo tambiénfacilita la creatividad de los empleados porque, según Wilkinson, el trabajador "contribuye con iniciativas que aportan valor añadido y no teme que le penalicen en caso de equivocación ni que alguien vaya a robarle sus ideas, lo que ayuda a la organización a avanzar". Pero, ¿cómo se alcanza esta confianza? Según Wilkinson, los jefes deben ser "consistentes y predecibles, sin contradecirse en sus opiniones; íntegros (basados en principios éticos); comunicativos, abiertos a delegar responsabilidades, y preocupados por sus empleados".

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