Font: F.O.C. |
Un día, una
estudiante ocupada se dispone a coger el metro. Tiene poco tiempo para llegar a
casa pues debe pasar toda la tarde estudiando para poder superar un importante
examen al día siguiente.
En uno de los
túneles del metro percibe a lo lejos un stand de una conocida marca dedicada a
la venta de libros.
Se va
acercando sumida en la preocupación derivada del examen. Cuando está justo
llegando al stand, uno de los vendedores del mismo se le acerca y le hace tan sólo una pregunta : “ le gusta
leer?”
Una de las
grandes pasiones de la chica desde muy pequeña ha sido leer. Los libros
despiertan en ella gran interés e incluso las bibliotecas le parecen lugares de
ensueño en los que pasa largas horas.
Y allí está
ella, explicándole a un desconocido que sus libros preferidos son los de novela
histórica. Cuando llega a su casa tiene una subscripción mensual a la empresa
de libros que nunca ha querido y que ella misma ha firmado. El vendedor ha dado
en
el clavo. Ha despertado en ella una necesidad a partir de una relación
emocional con los libros.
El objetivo de
este artículo es realizar una introducción al neuromárketing y como el mismo
puede ayudar a las empresas en la venta de servicios internos o externos
en un contexto socioeconómico tan complicado como el actual
El
neuromárketing es una disciplina moderna fruto de la unión entre la
neurociencia y el marketing. Incorpora conocimientos sobre los procesos
cerebrales implicados en la toma de decisiones y en la conducta de compra del
consumidor.
Diversos
investigadores en el área de la neurociencia han llegado a la conclusión
(contrariamente a lo que se creía con anterioridad) que las decisiones de
compra se basan en procesos inconscientes cerebrales, que son el resultado de
aprendizajes previos, necesidades, miedos e incluso la propia personalidad.
Fundamentalmente,
las investigaciones sugieren que esas decisiones de compra las toma el cerebro
reptiliano o primitivo. Esta parte del
cerebro es la más antigua de todas y está situada en la parte inferior del
mismo. Tiene una antigüedad de aproximadamente 500 millones de años. Se ocupa
fundamentalmente de la supervivencia y el instinto. Regula funciones
imprescindibles en la vida como la respiración.
Así, muchas de
las directrices que sugiere el neuromárketing van dirigidas a impactar
directamente en esta parte del cerebro.
El cerebro
reptiliano responde a estímulos muy concretos que se deben conocer cuando se
prepara una propuesta comercial o se realiza una reunión con clientes (ya sean
clientes internos o externos)
En primer
lugar, el cerebro reptiliano está centrado en sí mismo. Esto significa que está
pendiente de los mensajes o de la información que le conviene sólo a él. Como
se ha comentado, esta parte del cerebro se ocupa de la supervivencia. Así pues,
para impactar al interlocutor desde este punto de vista se debe escuchar al
mismo para concederle protagonismo.
Por otra
parte, el cerebro reptil es muy sensible a las imágenes. Así pues, si se
dispone de un buen soporte gráfico, probablemente se impactará mucho más que
con un discurso de 3 minutos.
Además, esta
área cerebral se activa con elementos de contraste. Para impactar en el
cliente, se le puede preguntar que sería lo peor que podría pasarle sin
nuestros servicios o bien al contrario, lo mejor. Los contrastes permiten al
cerebro reptiliano tomar decisiones de forma más rápida.
Si se quiere
impactar al cliente desde una perspectiva neuromarketiana, se le debe aportar
elementos tangibles y simples.
Es mejor expresarse
de forma sencilla y directa que construir una frase subordinada con la que se
dice lo mismo.
El inicio y el
final es lo que más recuerda el cerebro reptiliano. La atención humana decae al cabo de un tiempo
y se reactiva con mensajes diferentes y atractivos. Se debe reservar lo más
importante del mensaje para el principio y fin del discurso.
Por último,
cualquier mensaje emocional será bien recibido por el cerebro reptil. Si el discurso es gris, sin matices, sin
ningún caso de éxito que pueda emocionar al interlocutor, las probabilidades de
éxito disminuirán.
El
Neuromárketing se basa en el siguiente concepto clave: PAIN-CLAIM-GAIN.
Siguiendo con
el hilo de la supervivencia, desde el neuromárketing se defiende que las
decisiones de compra se toman para satisfacer necesidades o calmar un “dolor”
existente. Es lo que se conoce como PAIN. Cuál es el “pain” del cliente, colega
o interlocutor? Qué es lo que realmente necesita o le preocupa? Si directamente
explicamos nuestras soluciones, nuestro portfolio de servicios y no tenemos en
cuenta esta variable, estamos perdiendo el tiempo. A recordar: el cerebro
primitivo es egocéntrico.
Una vez, se ha
detectado el PAIN, se debe realizar un esfuerzo para diferenciarse de la
competencia. Por qué el cliente nos escogerá a nosotros y no a los de al lado
si también le pueden solucionar su pain? Por qué el departamento financiero
comprará nuestra propuesta de mejora? Es imprescindible contestar a esta
pregunta con un CLAIM (solución, beneficio) que atrape al interlocutor. Si se
dispone de un CLAIM singular, diferente, directamente se incidirá en el cerebro
primitivo con la variable del contraste.
Posteriormente,
se debe demostrar al interlocutor de una forma tangible que si escoge nuestra
opción, ganará algo concreto. Aquí tenemos el GAIN. Qué beneficios tendrá
después de implementar esta solución tecnológica? Qué retorno de la inversión
se obtendrá a corto o medio plazo con la propuesta que planteamos? Son
preguntas que se deben contestar de forma sistemática con datos, historias de
éxito reales o demostraciones prácticas en las que el cliente tenga la
oportunidad de experimentar con el sistema.
Por último,
para hilvanar todo este proceso es necesario saber comunicarse con el cerebro
primitivo. Ya se han comentado algunas de las particularidades del mismo pero
existen otras que deben ser enumeradas.
Es necesario
despertar interés. Debe haber algo en la propuesta, en la manera de expresarse
o en la experiencia que le sorprenda. Algunas de las herramientas útiles para
conseguir la escucha activa del interlocutor son las siguientes:
-
Historias: Quién no se ha
quedado prendado de una anécdota en algún momento de su vida? Las historias
tienen el poder de transportarnos fuera de la realidad vivida. En los últimos años, una conocida marca de
cerveza ha transportado a toda la audiencia a veranos de ensueño con playas
exquisitas contando una historia; una historia de un verano.
-
Objetos: El uso de objetos
que ilustren de una u otra manera el servicio tecnológico que se quiere
ofrecer, conectará directamente con el cliente.
Quizás un CD ilustre aquello que en el pasado nadie se atrevió a
utilizar hasta que alguien comprobó que era más funcional que una cinta de
cassete.
Y ya para
finalizar, se comentará cómo hacer frente a las objeciones de los clientes des de
una óptica emocional.
Como se ha
comentado, el cerebro reptiliano es especialmente sensible a todo lo que tenga
que ver con el mundo emocional. Así pues, lo más importante cuando se hace
frente a objeciones es no tener miedo. Si el cliente percibe que se experimenta
inseguridad, cómo se podrá convencer que se tiene realmente la mejor solución
para su PAIN?
Así pues, si
se tiene la suficiente confianza en la propuesta, no habrá inconveniente en
contestar y hacer frente a la objeción. De echo, que el cliente exprese
inconformidades significa que está evaluando el servicio o propuesta, en caso
contrario, no demuestra ningún interés, no pierde tiempo en ello.
En la medida
de lo posible, es importante, extraer la parte positiva de la objeción así como
pensar con anterioridad todas las preguntas o problemas que puede cuestionarse
el cliente.
Para concluir,
comentar que el neuromárketing es una herramienta que permite innovar en un
área tan antigua como en la de ventas pero también en la relación diaria con clientes
internos, colegas o compañeros de trabajo. Todos tienen cerebro reptil.
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