En Internet no hay nada privado ni gratis. Esta reflexión tiene su origen en los últimos meses en unos intentos de varios desconocidos por suplantarme la identidad en Internet (con mi fotografía profesional del blog y que, afortunadamente, ya está retirada en sus cuentas).
No me preguntéis los motivos. Los desconozco. Sé que cada vez estoy más expuesto por el blog y los periódicos, pero estos acontecimientos me chocan y me llevan a reflexionar que Internet puede ser un lugar peligroso si no se le da un correcto uso. En mi caso no fueron situaciones graves, pero podrían llegar a serlo en el futuro para mí y para cualquier otra persona en la misma situación.
Además de todas las personas aburridas y/o con malas intenciones que pueda haber en el mundo, el problema también radica en nosotros mismos. Estamos acostumbrados a exponer nuestros datos personales e informaciones en Internet con una excesiva confianza. Lo tenemos tan interiorizado que damos mucha confianza a los proveedores con los que interactuamos (redes sociales, tiendas online, etc). Asimismo, aunque usemos cuentas o herramientas sin
coste económico, estamos compartiendo información personal y/o cediendo nuestros datos a empresas (Facebook, Google, etc). Éstas acaban por conocernos mucho más e, incluso, pueden vender nuestros datos personales a terceros sin que nos enteremos.
El acceso mundial a Internet y la cantidad de información que se genera cada vez son mayores y también las reglas destinadas a proteger la privacidad no marchan al mismo paso que la tecnología. Es por ello que creo que uno de los trabajos del futuro consistirá en profesionales que se dediquen a proteger la presencia online de varios clientes.
Por tanto, todo esto nos debería obligar a asumir con más “responsabilidad” nuestra presencia en la Red y a controlar siempre nuestra imagen y reputación online. Por mi parte, la lección está aprendida y trataré de estar siempre en alerta.
Manuel Guillermo Silva
- Empresa: CESTE
- Blog: www.manuelsilva.es
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