Conozco
el trabajo de F.O.C. a través de Clara Vergés. Ella trabajaba en el
Casal dels Infants del Raval y yo en Médicos sin Fronteras. Hace varios
años, creamos un grupo de profesionales de RRHH del Tercer Sector en el
que compartir experiencias e inquietudes sobre la gestión de personas en
el ámbito social. Y así seguimos hoy, preocupados y ocupados en
este fantástico mundo de las personas que cuidan de otras personas y aportar nuestro granito de arena para mejorar su situación y motivación.
este fantástico mundo de las personas que cuidan de otras personas y aportar nuestro granito de arena para mejorar su situación y motivación.
En
este recorrido, he podido disfrutar como responsable de RRHH de grandes
organizaciones como MSF y Ayuda en Acción, proyectos de consultoría de
la mano de Esade y de formación en numerosas entidades del Tercer
Sector, además de algunos libros y artículos. Hoy soy socio fundador de
Sector Cuatro, una asociación que apuesta por la gestión de personas y
el desarrollo organizativo del sector social y apoya a las empresas en
sus proyectos sociales. Creemos en un cuarto sector basado en valores,
en la centralidad de las personas, en un nuevo modelo organizativo más
flexible y social. Creemos en el talento social.
En
ese sentido me siento cercano al trabajo de Clara y Natalia,
fortaleciendo el sector social y ayudando lo más posibles a las
personas. Sector Cuatro y F.O.C. nacemos con el mismo espíritu y vivimos
con las mismas ilusiones. Juntos, nos planteamos crear una formación o un sistema de soporte a las personas para catapultar su talento.
No quiero extenderme más. Lo mejor será dejaros con alguna lectura que os pueda interesar, en mi blog sobre talento social o conociendo las Claves para la gestión de personas en las ENL.
Carlos Cortés
@cortes_carlos
@Rh_Social
Los
griegos llamaban tálanton (τάλαντον) al platillo de la balanza y, por
extensión, también a las cantidades de metales preciosos que ponían allí
para ser pesados. En épocas posteriores, tras una nueva evolución del
término, se llamó talento a diferentes monedas que circulaban en varias
ciudades del mundo helénico. Más tarde llegó a Roma como nombre de
moneda, talentum, hasta que finalmente adquirió el significado de
tesoro.
Desde hace años se ha intentado en el ámbito de los Recursos Humanos
atraer y retener ese tesoro. Al principio muy vinculado a las
capacidades intelectuales y conocimientos de la persona. Ahora más
enfocado a las competencias o actitudes requeridas por la organización.
El
talento social trata de rescatar el liderazgo individual, de personas
de nuestra organización que, sin ser ellos plenamente conscientes y
sobre todo sin darnos cuenta los directivos, gozan de un liderazgo
natural tan sólo por su comportamiento en valores. Valores como la
humildad, la colaboración, la voluntad de enseñar, sobre todo la de
aprender… Creen en una organización más horizontal, más participativa,
de compartir información, de transparencia, más natural y más emocional...
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